A un acosador

Amigos, tengo muy pocos. Tú no eres uno de ellos. Deja de escribirme, por favor.

Si me pagaran en euros por responder mensajes de gente intensa, toda la población de Suba tendría un hogar para resguardarse del Coronavirus y comida para sobrevivir la cuarentena, no porque toda la población de Suba me simpatice, sino porque lo que me preocupa de que el virus se expanda por Colombia es que termine llegando a lugares donde no llega el Estado, que termine contagiando a poblaciones indígenas, por ejemplo. No porque esas poblaciones sean particularmente mis amigos,son desconocidos a quienes respeto, más no mis amigos, sino porque si llega a suceder eso, el virus no desaparece nunca.

Tú tampoco eres mi amigo. De hecho, tus mensajes me generan estrés. E incluso miedo.

Todas las mañanas me levanto agradeciéndole a la providencia por seguir viva, por no tener la piel quemada con ácido, por haber sobrevivido la violencia que el machismo ha ejercido hacia mí. Si ennumerara lo cerca que he estado de que me violen, de que me maten, de que me quemen con ácido, a lo largo de mis cortos 23 años, podría escribir una novela del tamaño del "Amor en los tiempos del Cólera", de Gabriel García Márquez, o de "La Peste" de Camus, y entonces quedaría olvidada en la sección de género de alguna librería independiente, y tendría mis quince minutos de fama, siendo una autora que escribe literatura feminista, una mujer escritora. Luego me preguntarían si escribiré a futuro algo que trate de la maternidad.

Pero yo no quiero escribir ese tipo de novelas auto-biográficas en las que cuento como, a mis diez años salvé a mi hermana de un pedófilo que la invitó a su casa a cambio de regalos mientras estábamos en el parque, o como terminaron archivando un caso de intento de violación y acoso en Francia. No. Yo quiero escribir como un hombre. Quiero escribir sobre plagas, sobre titanes, sobre utopías y distopías, sobre ruinas circulares, sobre política, filosofía, o sobre conspiraciones.

Pero primero quiero estar tranquila.

Deja de acosarme. Te voy a bloquear, maldito fastidioso.

Consíguete una vida.

La soledad es buena.

Búscate un hobby. Ve a terapia. Hay terapias virtuales. Métete a Habbo si buscas compañía. Estoy cansada de recibir más mensajes tuyos que de mi familia o de mi novio. NO ERES MI AMIGO. No quiero gente como tú en mi vida. No te daré trabajo, ni contactos, mucho menos amor. No me jodas más.