30 días de escritura. Día 9: Combine dos textos no propios

Las opiniones acerca de la verdadera naturaleza de los ovnis, según me contó Rosario, incluso después de que Rubi cambiara de hombre, difieren mucho: Ellos ya tenían plata para gastar en los sitios donde nosotros pagábamos a crédito, ya hacían negocios con los nuestros, en lo económico ya estábamos a la par, se ponían nuestra misma ropa, andaban en carros mejores, tenían más droga y nos invitaban a meter, venían en representación de una fuerza benigna y preocupada: El Parlamento Interplanetario - ese fue su mejor gancho -, eran arriesgados, temerarios, se hacían respetar, eran lo que nosotros no fuimos, pero en el fondo siempre quisimos ser. Les veíamos sus armas encartuchadas en sus braguetas, aumentándoles el bulto, mostrándonos de mil formas que “el vórtex de la Tierra está a punto de quebrarse por el exceso de odio acumulado en el planeta.”

Debían construir el platillo y llevarlo a los cielos, en donde naves provenientes de otros planetas se les unirían y juntos volarían en círculos alrededor de la Tierra durante tres días, ensombreciendo el cielo. Les coqueteaban a nuestras mujeres y nos exhibían las suyas, criaturas angelicales, desinhibidas, tan resueltas como ellos, incondicionales en la entrega, congregadas alrededor de un trono fluorescente.

Han cargado de energía espiritual baterías localizadas en sitios como Ben Macdhui en Escocia, el monte Kilimanjaro en Tanzania y el Madrigerfluh en Suiza. En la noche del 27 de junio de 1981, por ejemplo, cargaron las baterías E-1 y E-3 en las montañas. Rosario me acercó a la otra ciudad, la de las lucecitas. Fue lenta en enseñármela, pero con el tiempo levantó su dedo para explicar los mecanismos a través los cuales opera la oración. Entre tanto, los extraterrestres invirtieron 1.100 horas en la batería E-3. Durante el mismo fin de semana, como parte de la Operación Rayo de Sol, le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso; escuchó una voz que decía: “¡Prepárate! Pronto te convertirás en la voz del Parlamento Interplanetario”. Ocho días más tarde, “un swami hindú de fama mundial, que al parecer penetró a través de la puerta cerrada”, le dio una serie de informaciones e instrucciones que cambiaron radicalmente su vida y condujeron a la creación de la Sociedad.

Fragmentos extraídos de:

Mcclure, K. “Conexiones con lo oculto”, 1993. Ediciones Bruch, S.A., Barcelona pp. 11-13

Franco, J. “Rosario Tijeras”, 2004. Editorial Planeta Colombiana S.A., Bogotá, D.C.